Un estudio reciente realizado por científicos de las universidades de Heidelberg y Colonia, en Alemania, ha demostrado que limitar el uso del teléfono inteligente durante 72 horas puede influir de manera considerable en la actividad cerebral. La investigación, cuyos resultados fueron publicados en 2025 en la revista Computers in Human Behavior, exploró el impacto de la interrupción temporal de este dispositivo en los patrones neuronales de 25 jóvenes adultos, con edades entre 18 y 30 años.
El experimento consistió en restringir el uso de los teléfonos móviles a actividades esenciales, como comunicaciones urgentes y tareas laborales. Para evaluar los efectos, los participantes fueron sometidos a resonancias magnéticas (IRM) y a pruebas psicológicas antes y después de la restricción del uso del dispositivo.
Los resultados indicaron que solo observar imágenes de teléfonos inteligentes, ya fueran encendidos o apagados, activó áreas del cerebro relacionadas con el sistema de recompensa y el deseo. Estas respuestas neuronales fueron similares a las que se observan en adicciones a sustancias como la nicotina o el alcohol, implicando directamente a los sistemas de dopamina y serotonina, neurotransmisores que juegan un papel clave en el estado de ánimo y el comportamiento compulsivo.
Sin embargo, los resultados de las pruebas psicológicas no mostraron cambios significativos en el estado de ánimo de los participantes tras la restricción del uso del teléfono. Aunque algunos indicaron sentir mejoras en su bienestar general, los datos no fueron lo suficientemente concluyentes desde una perspectiva estadística.